¿QUÉ ES  ECONOMÍA DE LIMOSNA?

Economía de limosna se le denomina a aquella economía que depende de la ayuda económica de otra economía, es decir el apoyo en dinero que los países industrializados proporcionan a los países en vía de desarrollo. Este tipo de economía se ha facilitado con la creación de diferentes organismos destinados al otorgamiento de garantías y junto con ello, a una serie de condiciones que deben cumplirse y en la mayor parte de los casos son exigentes.

Los países donde prevalecía la economía de limosna como modelo económico, sufren modificaciones debido a las exigencias que imponen los países que otorgaron el préstamo. Puesto que al depender de préstamos otorgados por organismos como el Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo, Fondo Monetario Internacional, entre otros organismos que cumplan esa finalidad, el país que solicitó el préstamo debe cumplir con las políticas económicas restrictivas que le son impuestas como condición para su acceso.  Provocando con ello una restricción en la libertad y autonomía de la política interna del país en deuda.

Dentro de las políticas exigidas se pueden mencionar la solicitud de  privatización de empresas del estado al ser calificadas como improductivas; reducción el gasto público, lo que provoca despidos laborales; y adopción de políticas fiscales excesivas sin tomar en cuenta la situación económica por la que atraviesan los habitantes.

Este tipo de prácticas no son perjudiciales si son tomados como una alternativa de ingresos, los cuales sean administrados con transparencia, beneficio, oportunidad y equidad y destinados al desarrollo socioeconómico del país. Por el contrario pueden convertirse en perjudiciales cuando se genera una dependencia de estos recursos de manera que se pueda incluso provocar una desestabilización de la economía del país que recibe los préstamos.

Como alternativa para contrarrestar poder caer en este tipo de situación, es recomendable promover la diversificación de su economía para el desarrollo y aprovechamiento de sus recursos. Para ello, se deben recurrir a estudios sobre la fuerza laboral, entes generadores de la economía,  recursos fiscales, entre otros que se consideren importante dentro del proceso económico, con el fin de diseñar políticas responsables tratando de evitar la mala costumbre de préstamos a otros países u organismos.

Para implementar y hacer uso de este tipo de economías es importante realizar un análisis completo de las ventajas y desventajas que pueden acarrear estos préstamos, evitar solicitar préstamos de dinero pero sobre todo valorar las fuentes y recursos con los que cuenta el país para crear una política económica autónoma.

Fuente: Degerencia.com

   
   
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